Más vale prevenir que curar...

¡Buenos días calurosos! Empiezo la entrada de hoy con uno de los refranes favoritos de las madres (cuántas veces lo habremos escuchado de sus bocas) para hablaros del contexto inmediato en el que se suele desarrollar  la Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos. Quizá nunca os había dado por pensar en ello, pero es uno de los factores que puede influir enormemente en la labor del traductor/intérprete de este ámbito y que, por tanto, es imprescindible tener en cuenta
El traductor/intérprete de los Servicios Públicos normalmente no tiene tiempo para prepararse (a sí mismo) o para preparar (aunque sea un poquitillo) el trabajo que va a tener que desarrollar, a diferencia del traductor/intérprete que se mueve en otras especialidades de la Traducción e Interpretación. Por regla general, a día de hoy cuando un servicio público requiere de la presencia de un traductor/intérprete es porque ha sucedido algún acontecimiento con carácter urgente/inmediato: un delito, un accidente de tráfico, un problema administrativo relevante, un parto, una consulta médica complicada, etc. Así pues, de poco valen las agendas en las que anotar reuniones o fechas de entrega, el "factor sorpresa" de la TISP es algo con lo que vivir a diario... 

No obstante, se pueden encontrar distintas soluciones para sobrellevarlo. Concretamente, desde mi punto de vista, la solución clave está en la prevención. Hay que intentar evitar las posibles lamentaciones tras haber realizado un trabajo poco competente del tipo "me pilló por sorpresa", "no tenía información suficiente al respecto", "la culpa es de los otros que no me explicaron de qué iba la cosa", etc. Con estas afirmaciones lo que se demuestra principalmente es que hay un desconocimiento grande sobre el funcionamiento de la TISP y de uno de los principios más importantes de su código ético: la profesionalidad. El contexto inmediato en el que se suele desarrollar esta actividad profesional implica que el traductor/intérprete tenga que sortear miles de obstáculos para hacer bien su labor pero no por ello es el responsable de que el traductor/intérprete los sortee mal... El traductor/intérprete de este ámbito, como buen conocedor del mismo, ha de tener una preparación previa para abordar las situaciones que se le puedan presentar (no vale pensar que prepararse es absurdo porque nunca se sabe lo que puede tocar), de ahí lo de la prevención. De esta forma, aunque desconozca el tema que necesitará de su intervención, sí que debe conocer los ámbitos específicos de los Servicios Públicos (médico-sanitario, educativo, administrativo, jurídico, etc.) en los que pueden contar con él (no vale tampoco olvidar a quién se va repartiendo tarjetas) y restringir a partir de esto la elaboración de glosarios, el estudio de las costumbres de la población que puede necesitar estos servicios lingüísticos, la lectura de temas especializados, etc.

Otra cosa que puede ir haciendo el traductor/intérprete de los Servicios Públicos si es previsor y competente es conocer las direcciones o medios de transporte con los que llegar a las instalaciones en las se le pueda necesitar. Esto puede parecer raro pero si la TISP se desarrolla en un contexto inmediato/urgente, es evidente que el traductor/intérprete no puede tardar dos horas en averiguar cómo llegar al lugar de trabajo y otras dos horas en llegar.

Tampoco puede entretenerse en decidir cómo vestirse o qué echar en el bolso o mochila. Este tipo de cosas deberían estar ya pensadas y requetepensadas. Según la publicación Traducción e interpretación en los servicios públicos. Primeros pasos (Corsellis, 2010) hay que elegir una vestimenta "lavable, digna y cómoda aunque el tiempo y las temperaturas puedan variar en pocas horas, hay que mantener la apariencia profesional en todo momento". Asimismo, Ann Corsellis señala que "el bolso/mochila se ha de encontrar preparado y con material de repuesto, por si hay que salir deprisa, junto a un bloc pegado a la mesa donde el traductor/intérprete pueda dejar un mensaje y número de teléfono para que sus amigos o familiares sepan dónde está. Los bolsos deben ser prácticos, resistentes al agua y tener un buen cierre [...] El contenido del bolso depende de la persona pero tiene que ser suficiente para que pase un día o noche de trabajo cuya duración es impredecible [...]: un teléfono móvil con la batería cargada, bloc de notas y bolígrafo, pequeños diccionarios y/o glosarios personales, la tarjeta de identificación, diarios personales siempre que se utilicen por motivos de registro o aprendizaje, mapas, linterna, pañuelos de papel, un pequeño neceser, un libro para las horas de espera, cualquier tipo de medicamento necesario o simplemente caramelos para la garganta, una muda limpia, un paraguas, una botella de agua, una barrita de frutas, llaves del coche y de casa de repuesto, dinero en efectivo para transporte o un tentempié". 

Como podéis ver, la cosa tiene su ciencia así que ahora que conocéis un poco mejor este "mundo" y quizá desde una perspectiva que no os habíais planteado hasta ahora, solo me queda repetir a modo de consejo  el refrán con el que empecé la entrada de hoy: más vale prevenir que curar...

1 comentarios:

  1. Buenos días,
    Justo acabo de leer un artículo que habla de la gran necesidad actual de traductores e intérpretes en los servicios públicos de todo el mundo. Me impresionó mucho la forma en que empezó el tema el autor.
    Te dejo el enlace para que veas de lo que hablo: http://wiredtowords.wordpress.com/2012/11/26/interpretacion-de-servicios-publicos-el-caso-de-espana/
    Saludos!
    Daniel

    ResponderEliminar

 
Carmen Cedillo Corrochano © 2012 | Designed by Rumah Dijual